P&P

Comenzamos a trabajar con P&P muy pronto, y aunque en un primer momento nuestra función quedaba limitada únicamente a la coordinación, terminamos gestionando la organización parcial del evento, incluido el proyecto decorativo.

El lugar elegido por esta maravillosa pareja fue la Sidrería Araeta. Allí, el tiempo dio una tregua y nos permitió celebrar la ceremonia al aire libre en sus preciosos jardines, amenizada por violín y piano en directo y enmarcada por una decoración sutil, pero muy elegante. Para el proyecto decorativo partimos de un concepto romántico con las rosas y los tonos pastel como protagonistas. Así, encargamos tres hermosos centros para el altar, que ya de por sí lucía espléndido con sus verdes y un banquito tapizado a juego; para el pasillo se sillas los novios se decantaron por sencillos ramilletes de rosas.

Tras una ceremonia llena de amor, emoción y muchas palabras bonitas por parte de novios e invitados, pasamos al cóctel en el jardín donde continúo la música en directo, esta vez con un repertorio más animado. Para el banquete, las mesas lucieron centros en la paleta de color toda la boda, además de ilustraciones personalizadas de cada invitado que hacían a su vez la función de marcasitios. De nuevo se vivieron momentos muy emotivos con varios discursos y canciones especiales. Uno de ellos fue el corte de la preciosa tarta de fondant, que traía como acompañamiento cupcakes para cada invitado a modo de detalle. Para abrir el baile, los novios bailaron una pieza que interpretó en directo el padre de la novia, y posteriormente el ambiente dio un giro de 180 grados donde los accesorios de luz de la hora loca dieron paso a varias horas de baile non stop.

Durante la fiesta, montamos nuestra mesa dulce y salada con la que grandes y pequeños pudieron reponer fuerzas para seguir dándolo todo en la pista.